La participación en cualquier proceso electoral es uno de los derechos adquiridos que la ciudadanía debería mimar, no por temor a perderlo, que en nuestro país no es el caso, sino por lo que implica de salud democrática para la sociedad.
Ayer tuve el honor de participar como vocal de una mesa en las elecciones a los consejos escolares y hubo varias cosas que me llamaron la atención y que me gustaría trasladar.
La primera de ellas fue al agradecimiento infinito del director del colegio donde estudian mis hijos cuando me llamó para decirme que había salido elegida en un sorteo y le dije que sin problema. Al parecer, aunque es una obligación y en nuestros trabajos tienen que facilitarnos la asistencia como en cualquier tipo de comicios, hubo muchos padres que declinaron acudir.
Y la otra fue que en cinco horas que duró el proceso electoral se emitieron 51 votos en un colegio que supera los 300 alumnos, con lo cual el censo de votantes debe pasar de las 600 personas.
Me parece que tenemos poca conciencia de la importancia que tienen estos procesos para la vida escolar de nuestros hijos. De verdad que no puedo entender cómo los padres, en general, nos preocupamos por nuestros hijos, por su bienestar y luego no participamos para elegir a las personas que van a formar parte de un órgano donde se debaten temas tan importantes como los relacionados con la educación de los más pequeños.
Me sorprendió tanto que no he querido dejar la ocasión de hacer una reflexión en este blog.
Noche
Hace 11 años
1 comentario:
Tienes razón, yo estuve ayer en el cole de mi hija y me quedé para echarles una mano en el recuento. La participación fue alta (30%) pero no es lo habitual. Este año la dirección es nueva y dió la posibilidad del voto no presencial además de darle mucha difusión y animar mucho a la gente.
Pero en general los padres/madres no nos implicamos en el cole de nuestros hijos/as. En el AMPA del nuestro somos solo 4 personas (es un colegio de más de 600 niñ@s). Una verdadera lástima...
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